Errores comunes al preparar café y cómo evitarlos

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El café es uno de los productos estrella en la hostelería, y su correcta preparación puede marcar la diferencia entre un cliente satisfecho y uno que no vuelve. Aunque pueda parecer una tarea sencilla, existen múltiples factores que pueden afectar la calidad final de la bebida. A continuación, abordaremos los errores comunes al preparar café y cómo evitarlos para asegurar que cada taza cumpla con los estándares de calidad esperados.

No usar café fresco

El café es un producto perecedero, y uno de los errores más comunes es utilizar café que ha perdido frescura. Esto afecta directamente su sabor y aroma, ya que los aceites esenciales del grano comienzan a oxidarse y deteriorarse rápidamente una vez molidos o tostados.

Cómo evitarlo: Asegúrate de utilizar café recién tostado y molido. Lo ideal es moler el café justo antes de prepararlo para maximizar su frescura. Si es necesario almacenar el café, utiliza recipientes herméticos y mantenlo en un lugar fresco y oscuro.

Mala proporción de café y agua

El equilibrio entre la cantidad de café y agua es crucial. Usar demasiado o muy poco café puede afectar la concentración, resultando en una bebida demasiado débil o, por el contrario, muy amarga y fuerte.

Cómo evitarlo: La proporción recomendada suele ser entre 1:15 y 1:18 (un gramo de café por cada 15-18 gramos de agua). Ajusta esta proporción según el método de preparación que utilices, ya sea espresso, prensa francesa o filtro, y mide las cantidades para lograr siempre un resultado consistente.

Molido incorrecto del café

El molido del café es otro factor clave que muchos baristas y profesionales pasan por alto. Utilizar un tamaño de molienda incorrecto para el método de preparación puede alterar el sabor y la textura del café, haciendo que se extraigan demasiados o muy pocos aceites.

Cómo evitarlo: Cada método de preparación requiere un tipo de molienda específico. Para un espresso, el molido debe ser fino, mientras que para una prensa francesa, debe ser más grueso. Asegúrate de ajustar tu molinillo según el método de preparación y verificar la consistencia del molido antes de utilizarlo.

Temperatura incorrecta del agua

El control de la temperatura del agua es fundamental para la extracción del café. Si el agua está demasiado caliente, puede quemar el café y darle un sabor amargo; si está muy fría, no extraerá adecuadamente los aceites esenciales, resultando en un café aguado.

Cómo evitarlo: La temperatura ideal para preparar café es entre 90 y 96 grados Celsius. Si no tienes un hervidor con control de temperatura, deja reposar el agua hervida durante unos segundos antes de verterla sobre el café para asegurarte de que no esté demasiado caliente.

No limpiar adecuadamente los equipos

La acumulación de residuos de café y aceites en las máquinas y utensilios es un error frecuente que puede arruinar el sabor de cada taza, incluso si utilizas los mejores ingredientes. Los restos pueden oxidarse y generar sabores desagradables en el café preparado posteriormente.

Cómo evitarlo: Limpia todos los equipos y utensilios de manera regular y rigurosa, incluidos los portafiltros, jarras, molinillos y máquinas de café. Usa productos específicos para eliminar los aceites y residuos de café y evita que se acumulen bacterias que puedan alterar el sabor.

No calentar correctamente la leche

Para quienes preparan bebidas a base de espresso, como capuchinos o lattes, la leche juega un papel fundamental. Un error común es no calentarla adecuadamente, lo que puede afectar la textura y el sabor final de la bebida.

Cómo evitarlo: La leche debe calentarse entre 60 y 70 grados Celsius. Asegúrate de usar la varilla de vapor correctamente para crear una espuma suave y cremosa. Evita sobrecalentar la leche, ya que puede quemarse y adquirir un sabor desagradable.

No considerar el tipo de agua

El agua es el principal componente del café y puede influir significativamente en el sabor final. Utilizar agua del grifo con exceso de minerales o cloro puede alterar el perfil de sabor de la bebida, llevándola a un sabor metálico o amargo.

Cómo evitarlo: Usa agua filtrada o mineral para preparar el café, asegurándote de que no tenga demasiados minerales que afecten el sabor. Un buen equilibrio de minerales en el agua realza los sabores naturales del café.

Presión y tiempo incorrectos en el espresso

Para preparar un buen espresso, la presión y el tiempo de extracción son fundamentales. Si la presión es demasiado baja o alta, o el tiempo de extracción es incorrecto, el resultado será un café desequilibrado en cuanto a sabor.

Cómo evitarlo: El espresso debe extraerse entre 25 y 30 segundos, con una presión de alrededor de 9 bares. Ajusta la presión y el tiempo según el tipo de café y molienda que utilices para obtener un espresso perfecto.

Evitar estos errores comunes al preparar café puede marcar una gran diferencia en la calidad del café que sirves. Como barista o profesional de la hostelería, tu objetivo debe ser ofrecer una bebida consistente y de alta calidad, en cada preparación. Asegurarte de usar ingredientes frescos, ajustar correctamente las variables de preparación y mantener tus equipos limpios te ayudará a ofrecer siempre un café perfecto. 

¡Convierte cada taza de café en una experiencia única!